La gestión de los intangibles de las empresas y organizaciones, reputación y responsabilidad corporativa son piezas angulares en las estrategias de negocio de las grandes organizaciones.
Una mala gestión de la reputación y de malos comportamientos empresariales minan la confianza de los stakeholders.
La responsabilidad social corporativa es un conjunto de acciones que realizan las empresas para que sus actividades tengan repercusiones positivas sobre la sociedad y que afirman los principios y valores por los que se rigen, tanto en sus propios métodos y procesos internos como en su relación con terceros, ya sean clientes o proveedores.
El concepto de RSC en ocasiones se emplea como un lavado de imagen para publicitar acciones que quedan en algo superficial. Por ejemplo las donaciones de Inditex (sin tener en cuenta sus métodos de producción en países en vías de desarrollo), la obra social de La Caixa (sin tener en cuenta las condiciones de contratación casi usureras) o la preocupación de Mercadona por sus trabajadores (olvidándose de las condiciones laborales de sus proveedores).
Cierto es que quien recibe las ayudas de RSC y se beneficia de los poyectos no se cuestiona la moralidad de la empresa. Habría que preguntar a los consumidores de esa marca.
Al hablar de una Empresa que es Socialmente Responsable nos referimos al proceso de gestión del negocio, a la forma de ser y hacer de una organización, al cómo conduce los negocios la empresa, las prácticas que desarrolla la empresa dentro de su estrategia de negocio y que deben beneficiar a todos sus públicos y stakeholders (clientes, trabajadores, comunidad, autoridades, entorno y accionistas, entre otros).
- Responsabilidad Social Interna: Tiene que ver con aspectos clave de la gestión empresarial como los recursos humanos, la salud y la seguridad laboral, la formación y participación de los trabajadores, la gestión de la calidad o la gestión medioambiental.
- Responsabilidad Social Externa: Clientes y proveedores, comunidad, administración pública, organizaciones no gubernamentales, las entidades de interés social, consumidores…
Ser una ESR es basar sus relaciones laborales en la confianza y la equidad. Crear vínculos con el medioambiente basados en el respeto, tolerancia y transparencia. Tienen que estar presentes en todo momento los principios éticos, filantropía, normas de buen gobierno corporativo y programas de RSC, acordes a la sociedad en la cual desarrolla su actividad.
La reputación son juicios que se transforman en actitudes. El juicio se forma a partir de la demostración del comportamiento y de su comunicación.
Ejemplos de buenas prácticas
BBVA que busca ayudar a los parados acercándolos a autónomos y pymes. “Yo Soy Empleo” busca ayudar a empresas y personas físicas para crear empleo ofreciendo una ayuda de 1500 euros por cada desempleado contratado hasta diciembre de 2014.
BBVA también colabora en la formación de desempleados para trabajar en la empresa y ayudando a las pymes y autónomos a encontrar a los candidatos perfectos para el puesto de trabajo. Ya han concedido más de 3.000 ayudas.
Esta semana aparecía en la prensa que Garvalín, la empresa que aglutina a varias marcas de calzado infantil, ha donado 200 pares de zapatos para los niños del Sáhara. Esta acción está integrada dentro del Rallye Maroc Challenge. La mejor marca de calzado infantil de 2012 lleva frecuentemente a cabo acciones como esta.
El servicio de transporte urgente español lleva desde 1993 comprometido con grupos con menos poder adquisitivo como estudiantes, jubilados, personas con discapacidad, familias numerosas, ofreciendo más de 19 millones de envíos a bajo coste.
Además MRW lleva a cabo diferentes campañas a través de su fundación como «Un plato de lentejas a 7.000 personas, cada semana del año 2013». Además colabora con otras organizaciones y entidades como Red Pacto Mundial España, Fundación PIMEC, ESADE…
Más allá de las innegables ventajas fiscales, la RSC se convierte en una herramienta muy poderosa de marketing y de hacer branding. La responsabilidad social corporativa se forma a través de lo social y lo humanitario, siendo ambas variables los símbolos principales del valor agregado de las empresas convirtiéndose así una forma de seguir creciendo como empresa ganándose la confianza de los consumidores.
A través de la RSC se anima a los consumidores a participar junto a la marca y comprometerse en proyectos solidarios y de responsabilidad social. Se crea un vínculo asociado a lo intangible que ayuda a posicionar la marca en su público.
Todo esto está muy bien, ¿pero lo percibe el público?
¿Le importa que su banco tenga una fundación para comprometerse a colaborar con alguna buena causa? ¿Ayuda a fidelizar clientes o atrae a nuevos?
¿Qué peso tiene la RSC en la mente de los consumidores?